Cuando uno está enamorado, se le iluminan los ojos, el rostro y, al parecer, también cuatro pequeñas zonas del cerebro. "Es el común denominador del amor apasionado", dice Andreas Bartels, investigador del University College de Londres.
Bartels usó la resonancia magnética para examinar a 11 mujeres y 6 hombres que decían estar muy enamorados, de lo cual daban fe varias pruebas psicológicas. Al mostrarles fotos de la persona amada, se les iluminaban áreas del cerebro (un signo de mayor afluencia de sangre) distintas de las que se les iluminaban al ver fotos de amigos. Estas "zonas de amor" están situadas cerca de las que se activan cuando sólo se siente deseo, mas no son las mismas. Al mirar fotos de la persona amada, también mostraron menos actividad en tres grandes regiones del cerebro que se activan cuando la persona está perturbada o deprimida.
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