Investigaciones actuales han demostrado que consumir aminoácidos inmediatamente después de hacer ejercicio estimula la síntesis proteínica del músculo, lo que se traduce en el desarrollo de masa muscular. Sin embargo, nunca se había especificado qué comida podía tener el mismo resultado. Se investigó con la leche, que tiene altos niveles de aminoácidos. Los especialistas analizaron si tomar leche tenía el mismo efecto que el consumo directo de aminoácidos, estos en forma de suplementos o polvo. Tres grupos de voluntarios bebieron, respectivamente, leche entera, sin grasa y leche sin grasa con las mismas calorías que la entera, al término de las sesiones de resistencia de pierna. La síntesis de proteína muscular se dio en niveles significativos. La leche entera resultó ligeramente mejor que la libre de grasa.
¿Existe alguna relación clara entre genética y obesidad?
En estudios recientes, los científicos han descubierto que la genética desempeña un rol importante dentro del desarrollo de la obesidad, no obstante, todavía no han sido capaces de localizar al gen responsable. De hecho, la mayoría de los genes potenciales identificados hasta ahora afecta sólo a grupos reducidos de personas. En una investigación de variables genéticas comunes, los expertos analizaron el genoma de los participantes en el estudio cardiaco Framingham. Encontraron un indicador que está asociado con el índice de masa corporal (BMI, por sus siglas en inglés) y, en apariencia, incrementa el riesgo de padecer obesidad hasta 30%. Los científicos probaron el grado de predictibilidad de dicho indicador en cinco grupos diferentes. En cuatro de ellos hubo una asociación directa entre un elevado BMI y un mayor riesgo de sufrir sobrepeso. Los estudios continúan, pero todo apunta a que, en efecto, hay una predisposición genética.
¿Es cierto que la presión alta crónica es causada por el estrés laboral?
Aunque, ciertamente, están ligados en algún punto, "el estrés laboral no es responsable del padecimiento crónico de presión arterial alta", afirma el doctor Samuel J. Mann, profesor de medicina clínica del Colegio Médico de la Universidad de Cornell. El especialista revisó 48 estudios acerca de la relación entre estrés laboral y presión sanguínea, y obtuvo datos de más de 100 mil personas. Descubrió que la evidencia referente al aumento de presión sanguínea como consecuencia del estrés diario del trabajo era muy inconsistente. También encontró problemas metodológicos en la mayoría de los estudios que destacan la relación antes mencionada. Además, se muestra que una reducción del estrés no correspondía con una disminución de la presión. El doctor Mann reconoció que un factor estresante muy alto, como tener una entrevista con el jefe, puede disparar la presión por minutos e incluso horas; sin embargo, este tipo de aumento no parece tener una relación clara entre estrés laboral y enfermedades cardíacas. Así que cuando tengas la presión alta, no asumas la típica postura de que es consecuencia del trabajo. Acude a tu médico.
¿Es verdad que comer mucha fruta ayuda a prevenir ataques cardíacos?
Depende de la cantidad que consumas. De hecho, se ha descubierto que comer más de cinco porciones de frutas y vegetales al día puede derivar en una disminución de los ataques, según un metaanálisis de ocho estudios cruzados, los cuales incluyeron resultados de 257,551 personas con edades superior res a los 13 años. Los datos sugieren que entre mayor sea la ingestión de frutas y vegetales, menor será el riesgo de padecer un ataque. En comparación con personas que consumían menos de tres porciones a ambos alimentos por día, quienes deglutieron cinco diarias registraron 11% menos probabilidades de e sufrir ataques cardíacos, mientras que quienes comieron más de cinco porciones disminuyeron su riesgo, principalmente de sufrir embolias, hasta 27%.
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