La salud y la estética masculina

A continuación encontraras algunos consejos de salud; practícalos y olvídate del asunto. Tu pareja te lo agradecerá, pues los hombres somos muy afectos a ser descuidados en algunas ocasiones, y la mujer percibe esas actitudes como nocivas. Entonces, la responsabilidad en este asunto es solamente tuya; tu sabrás si las tomas en cuenta.

CABELLO. Si tienes el cabello seco y maltratado, aplícate aguacate licuado con un poco de aceite de almendras dulces o yema de huevo con miel de abejas o mayonesa (¡JA!, aunque es cierto no tienes que hacerlo, en vez de ello, lee con calma los diferentes tratamientos para el cabello que hay en el súper mercado. No te recomiendo los que están en los pasillos para damas, ya que el tratamiento del cuero cabelludo es muy diferente). Pero si, por el contrario, tu cabello es grano, lávate diario con un champú al cual le mezcles un gel natural de sábila.

PAPADA. Se pone en evidencia que tienes sobrepeso, y da un aspecto de labio de orangután, ese pliegue que se forma entre la barbilla y la grasa acumulada; si te sucede esto, ponte a dieta y haz ejercicio, no hay mejor solución. Ahora que para reafirmarla, date un masaje de la barbilla a las clavículas todos los días.

CARA. Si tienes granos, piel grasa, espinillas o acné, puedes aplicarte una mascarilla, casi cualquiera sirve para limpiar la piel. Lávate siete veces al día dejando que se seque al aire libre la piel de tu cara. Pero si está reseca, ponte miel de abeja, que humecta y da elasticidad a la piel. Si tienes tics nerviosos, auto masajéate los músculos del rostro respirando profundamente; asegúrate de tomar 200 miligramos de zinc al día junto con 300 miligramos de selenio, y adiós problema.

OREJAS. Limpia la cerilla con el dorso del corta uñas o con un hisopo. Las orejas sucias es un detalle que termina por matar las pasiones para siempre.

NARIZ. Corta los vellos que sobresalen de los orificios nasales. ¡A las mujeres les parece asqueroso! Si en la piel de la nariz tienes granos, espinillas o simplemente grasa, hazte limpieza de extracción. Por otro lado,si padeces de congestión nasal constante, practica la "ducha nasal", que consiste en hacer pasar té colado de manzanilla dejando que resbale hasta la garganta y posteriormente escupir. Este remedio humedece y drena el contenido de tus cornetes.

MANOS. Date auto masaje relajante en cualquier lugar del cuerpo. Si tienes algún tic o movimiento incontrolable en las manos, tienes inseguridad y falta de autocontrol, date a la tarea decrecer en fuerza interior y exterior. Por supuesto que este remedio sirve para que dejes de comerte las uñas, que —hablando de esta parte de tus manos— deben estar limpias; usa un cepillo especial y al bañarte hazles el favor tanto a las de las manos como a las de los pies.

Por otro lado, si tienes ese desagradable síndrome de las manos sudorosas, la solución consiste en frotar tus manos mojadas en piedra de alumbre y dejarlas secar al aire libre, esto provocará que no te vuelvan a sudar. Si padeces el síndrome del "manos de lija", y ya no aguantas esa resequedad, utiliza un gel de sábila y vitamina E. Para los hongos en las uñas, usa griseofulvina de 30 miligramos por un lapso de tres a seis meses, pero cuidado porque requiere de vigilancia médica.

PIES SUDOROSOS. Utiliza alumbre como en el remedio para manos. Para el mal olor, utiliza talco directamente al interior de tu calzado. No olvides cambiarte los calcetines diario, así como los zapatos. En caso de tener hongos en las uñas, el remedio de la griseofulvina, al igual que en las manos.

OJOS. Los ojos en un ambiente contaminado necesitan atención; prueba con lavados de té de manzanilla colado en un ojero. También está la opción del colirio comercial. Si tienes los ojos bolsones, ponte compresas de agua helada o hielo directo masajeando alrededor, o también puedes usar esos antifaces de plástico que se meten al congelador.

LABIOS. Aplícate en invierno manteca de cacao para evitar los labios agrietados. Además debes aplicarla cuando vayas a la playa.

DIENTES. Limpiarlos perfectamente después de comer con hilo dental, cepillado y enjuague. Para las encías inflamadas o sangrantes, hacer buches de cuachalalate y encino o bien de algún enjuague bucal especializado. Ambos remedios aprietan las encías y las ponen de buen color, e impide que sangren y que se les meta comida con facilidad. Otro valioso remedio es utilizar tronquitos de raíz de regaliz: desinflama encías y estómago, aparte de brindarte un refrescante aliento.

BARBA Y BIGOTE. Si usas barba y/o bigote recórtalos asiduamente, a menos que quieras hacer del descuido, tu moda. El pelo en la cara da un muy buen aspecto si sabes cómo recortarlo. No escatimes en adquirir una buena rasuradora en caso de que hayas tomado la decisión de dejarte la barba; escoge una que tenga regulador de largo para que uses el que más te convenga.

PIEL. El tallado en seco es una opción para mejorar el tono y la consistencia de tu piel. Aplícalo con un cepillo de cerdas o con un zacate natural. Frótate toda la piel antes del baño diario, te estimulará la energía y exfoliará la piel. Debes usar agua fría para ducharte, y aprovechar al máximo los rayos del sol lo más seguido posible pues ayuda a sintetizar vitamina D, aparte de proporcionarle un buen aspecto a tu piel. Este método es ideal para quemar impurezas, cuando lo hagas toma betacarotenos (contenidos en la zanahoria), y después de asolearte ponte crema para hidratar la piel; también sirve la papaya molida. Recuerda que el tono de la piel es un signo inequívoco de qué tan saludable seas.

PIEL DE LA CARA. Usa azúcar con limón para exfoliar la piel, y después vitamina A (retinol) y E (alfatocoferol) para humectar y revitalizar, quitar arrugas y mantener la salud de la piel del rostro.

8 Magníficas formas de iniciar el día

¡Ah las mañanas¡ ¿Hay quien realmente disfruta de levantarse temprano? Aunque para muchos hay días en los que es realmente difícil salir de la cama. En esas ocasiones la cabeza se siente como si estuviera pegada a la almohada y las sábanas no desean que nos separemos de su cálido abrazo.

La manera en la que nos despertamos influye mucho en la forma que pasaremos el resto del día. Por lo tanto, si un día el sonido de la alarma te es similar a las uñas rasgando en la pizarra, sólo sigue estos pasos.

1. Despierta antes que el despertador. Si acostumbras a dormirte temprano y a la misma hora, siempre y cuando sea temprano, el sonido intermitente del despertador no será el que te despierte, sólo será el que te avise que ya es la hora marcada. Y si lo que quieres es despertar con calma, que sea la música la señal de alarma.

2. Toma una ducha. La mayoría de ustedes probablemente ya hace esto, la explosión de agua es lo más seguro para despertarse, pero no ajustes la temperatura demasiado caliente, ya que genera el efecto de querer volver a dormir.

3. Pon música. Está demostrado que la música es una buena terapia para reducir el estrés, te coloca en un estado positivo y te induce un sentimiento de tranquilidad. Puedes poner música al prepararte para el día; sentirás calma y paz antes de salir al maldito tráfico de la mañana.

4. Haz ejercicio. Yo sé que en lo último que piensas al despertar es en el ejercicio, probablemente sea la cosa más alejada de tu mente, pero si adquieres esta costumbre, te sorprenderá la manera en que te sentirás alerta, y no sólo por la mañana sino todo el día. No es necesario que instales un gimnasio, con que salgas a caminar será suficiente.

5. Estírate. Que es lo que hacen los animales al despertarte, se estiran, es como el balazo de salida, es cuando el ritmo cardíaco se ajusta para sentirse despierto y preparado para afrontar los retos del día. Además, a diferencia de café, el estiramiento mejora la fuerza y flexibilidad de los músculos.

Comienza por tensar y relajar los músculos de los pies, y luego gira suavemente cada tobillo, en círculos tres o cuatro veces hacia la derecha y luego hacia la izquierda. Continua con cada uno de los músculos, iniciando con los pies y terminando con la cabeza, se tensa cada grupo muscular contando hasta cinco y después lo relajas. Esto debe llevarle unos cinco a siete minutos.

6. Come un desayuno equilibrado. Tener un delicioso y equilibrado desayuno a la luz de la mañana es la mejor forma de aumentar los niveles de energía y ayudar al cuerpo a quemar la grasa en las células. En lugar de comer siempre pan tostado y mermelada, ¿por qué no probar una opción más saludable como las uvas o el yogurt? Las uvas tienen propiedades antioxidantes y el yogurt apoya a la flora intestinal.

7. Bebe té verde o café. Sorber una cálida taza de té es una actividad que te ayudará a prepararte para el día que tienes por delante y te hará sentir alimentado. El té verde tiene alto contenido de antioxidantes. El café no es malo para la salud, pero te hace dependiente de la cafeína. Aunque si tuviste una mala noche, lo mejor es preparar una taza de café bien cargado.

8. Trata de beber 2 vasos de agua antes de salir. Durante el día, si puede, trata de beber unas cuantas botellas de agua, y al final del día bebe de 2 a 4 vasos con la cena. Esto puede parecer mucho al principio, pero tu cuerpo realmente necesita de 8 a 10 vasos de agua para permanecer hidratado correctamente. Puede que tengas que usar el baño más de lo habitual cuando se inicia por primera vez, esto es sólo temporal. A medida que tu cuerpo se acostumbre a tener toda el agua que necesita, la absorberá en tu sistema y las visitas al baño volverán a la normalidad.

Todo el mundo tiene una rutina de la mañana, puede ser un placentero remojo en la tina o en una frenética carrera para tomar el autobús, la forma en que se gasta la primera media hora de la mañana establece cómo será el resto del día. Pruebe uno o varios pasos, y experimenta hasta encontrar lo que más te convenga.

¿Qué tan pervertido es lo pervertido?

El único acto de sexo anti-natural es aquel que físicamente no puedas hacer

- Dr. A. Kinsey

De cierto modo, ésta pregunta no tiene la misma respuesta para dos personas. Para hacer la investigación al respecto, lo primero que se e ocurre es buscar en Google: "practicas sexuales". Para mi sorpresa, los primeros resultados arrojaban sitios cuyo contenido explicaba muy bien lo curioso que puede llegar a ser el sexo, pero, y a decir verdad, son del tipo de explicaciones como las que un doctor familiar haría en la charla de sobremesa. Ahora que si quitas el filtro de contenido, aparecen páginas que no desearías que tu mujer viera en el historial del navegador.

Los seres humanos suelen ser fieles a un solo tipo de actividad sexual. Pero existen numerosas singularidades en este terreno. Tales actividades sexuales rozan con frecuencia los límites de las parafilias. Sólo es cuestión de grado que una fantasía o actividad sexual quede marcada como una parafilia (las antiguas “desviaciones” o “perversiones”) o sea una simple variación en el gusto

Las consideraciones acerca del comportamiento considerado parafílico dependen de las convenciones sociales imperantes en un momento y lugar determinados. Ciertas prácticas sexuales, como el sexo oral o la masturbación, fueron consideradas parafilias hasta mediados del siglo XX, aunque hoy en día se consideran prácticas no parafílicas (siempre que la actividad del sujeto no se limite únicamente a ellas). Por ello resulta imposible elaborar un catálogo definitivo de las parafilias.

Dado lo anterior, me alejé de la PC y recurrí al viejo método de consultar en los libros de papel. En una de las enciclopedias sobre sexualidad, antes que nada, indican una serie de actividades que van desde eso-es-lo-que-yo-haría, hasta pero-como-diablos-pueden-hacer-eso. Así que, voy a escribir tres de cada una de las categorías que se me ocurren; no están separadas de de ese modo en el libro… voy a categorizarlas según yo… omitiendo muchas claro está, ya que ponerlas todas sería imposible.


Categoría 1: ¡Ah caray! De seguro yo estoy en esta.

Alorgasmia: Fantasear con alguien que no sea la pareja.
Basoexia: Excitarse por besar.
Gimnofilia: Excitarse por la desnudez.

Categoría 2: Eso suena divertido.

Coitus a mammilla: Frotar el pene en medio de los pechos.
Coitus a unda: Sexo en el agua.
Tripsofilia: Excitarse por un masaje.

Categoría 3: No para mi, pero podría pasar si me descuido.

Agrexofilia: Excitarse sabiendo que otros saben que tienes sexo.
Anasteemafilia: Atracción por parejas más altas (o más bajas).
Amomaxia: Sexo en un auto estacionado.

Categoría 4: ¿Podrían decirme cómo diablos se les ocurrió esto?

Entomofilia: Excitarse por insectos.
Homilofilia: Excitarse por escuchar sermones.
Harmatofilia: Excitarse por la incompetencia sexual de la pareja.

Categoría 5: Entre la idiotez y el delito.

Erotismo braquioprotico: Una forma de introducir el puño en el ano.
Emetofilia: Excitarse por el vómito.
Simforofilia: Excitarse por haber provocado un desastre, un accidente o una explosión.


Como puedes ver, hay de todo tipo de preferencias. Las categorías anteriores las establezco según mi idiosincrasia… son lo que yo considero divertido o razonable, y podría ser lo contrario para ti… y seguramente lo mismo ocurriría a la inversa. De lo anterior podemos concluir que... lo que sea que hagan dos adultos por su propio gusto y en la privacidad, es únicamente asunto suyo. Pero tienes que tener en cuenta tres palabras extremadamente importantes: consentimiento, adultos y... en privado.

¿Cuanto pueden crecer naturalmente los senos?

Sabrina Sabrok (4 de marzo de 1977) es el nombre artístico de Lorena Fabiana Colotta, una cantante, actriz, modelo de glamour y presentadora, argentina. Se ha realizado múltiples operaciones de aumento de pecho, entre ellas una realizada en febrero de 2006, por la que pasó a tener un busto de 7 kg. En noviembre del año 2008 se vuelve a operar para logrando que su pecho pese 10 kilos. Se ha realizado en total 15 operaciones de pecho, con la última su busto llegó a pesar alrededor de 18 kg.

Chelsea Charms, una estadounidense de apenas 1.50 m. de altura, Se acomplejaba por el gran tamaño de su pecho, así que decidió aprender bailes exóticos y operarse. Ya lleva tres intervenciones quirúrgicas, y dice que cuanto más grandes son, más dinero gana. En fin… puedes darte cuenta que lo del tamaño de los pechos es una obsesión. Pero los ejemplos anteriores son de mujeres que recurrieron a las cirugías para incrementar el tamaño de sus gemelas. Entonces… ¿cuánto pueden crecer de manera natural?

El tamaño de los pechos femeninos viene determinado en parte por la herencia genética y en parte por factores ambientales, como la dieta, el ejercicio y los desajustes hormonales. Las mamas comienzan su desarrollo en la pubertad y concluyen entre 5 y 9 años después. En este periodo, los pechos se hacen globosos y esféricos, debido al crecimiento de las glándulas mamaras y a la acumulación de grasas.

Un estímulo hormonal anormal puede desembocar en una hipertrofia mamaria que suele crear problemas estéticos y médicos - por ejemplo, dolor de espalda. W. F. Benedict recoge en su libro La anatomía sexual de la mujer el caso records de una mujer de 30 años cuyos pechos pesaban 23.5 kilos. Y actualmente, la poseedora del record mundial lo tiene Annie Hawkins-Turner, más conocida como Norma Stitz… desde 1999.

¿Qué enfermedades de transmisión sexual puedo contraer aun si uso condón?

Estudios del Instituto Nacional de la Salud de Estados Unidos han señalado que el uso adecuado del condón puede prevenir la transmisión de gonorrea (de mujer a hombre) y VIH. A su vez, análisis de la Universidad de Washington revelan que también podrían ser efectivos contra el herpes genital y la clamidia. En cuanto a las que podrías contraer incluso con condón, aún no hay pruebas contundentes, aunque muchos laboratorios están investigando su eficacia contra el virus de papiloma humano.

Si tu cabello está poniéndose canoso ¿puedes frenar el proceso sin recurrir a los tintes?

Probablemente no. No existen métodos conocidos para prevenir o detener el proceso de encanecimiento. En relación con esto, un nuevo estudio descubrió que el estrés oxidativo es un factor que contribuye a desarrollar canas, por lo que consumir alimentos ricos en antioxidantes (como frutas y leguminosas) podría ayudarte a lentificar el proceso. ¿Demasiado tarde? Intenta utilizar Just for Men. De acuerdo con su fabricante, sus colores son menos vibrantes (contienen tonos rojos) que los tintes de mujer, y son más rápidos porque no tienes que eliminar el color natural antes de aplicar el nuevo tono.

Advertencia: el tinte puede lucir más oscuro en tu cabello que en la foto del empaque.

Pero eso no es todo. Investigadores de Harvard han encontrado una relación entre la desaparición de células madre bajo el cuero cabelludo y el encanecimiento. Dichas células producen otras, llamadas melanocitos, que le dan color al cabello. Si los científicos pueden rastrear qué hace que las células mueran, un tratamiento preventivo podría aparecer.

¿Qué puedo decirle a mi hija cuando tenga su primera menstruación?

Quizá el mejor momento para intervenir no sea cuando se presente por primera vez, pues de no contar con información previa, la aparición de un fluido rojo (que la joven puede identificar como sangre) puede resultar impresionante. Además, es común que en el ámbito de la escuela las chicas que asisten a un curso más avanzado y ya menstrúan, den información distorsionada sobre este importante acontecimiento biológico y social. Un buen consejo es abordar el tema cuando la muchacha tenga unos diez años.

La madre debe documentarse en relación con los aspectos biológicos de la adolescencia, no para dar una conferencia, sino para responder con seguridad las dudas que se presenten en relación con salud, sexualidad y reproducción. El segundo factor es la experiencia: la madre, como mujer, vivió también el episodio de la primera menstruación (o menarquia) y para conversar con su hija puede recordar los temores y sensaciones que tuvo en aquel momento. El tercer factor ha de centrarse en los aspectos particulares del carácter y la sensibilidad de su hija y en alentar una actitud de confianza que le permita acudir a ella cada que tenga una duda.

¿Qué temen los hombres del sexo?

Por Wardell Pomeroy

Aun en esta época, en que se ha tomado una mayor conciencia del aspecto sexual, prevalecen ansiedades en torno al amor físico. Un eminente sexólogo analiza nueve temores muy comunes en los varones, y propone algunas maneras de superarlos

1.- Miedo de ser diferente. De todas las preguntas que me han hecho a través de los años, quizá la más frecuente es: "¿ Soy normal ?" Los varones desean saber si se asemejan a los demás en su conducta sexual, y si sus prácticas sexuales, sean cuales fueren, encajan dentro de lo que se considera aceptable y "normal". Quienes tienen este miedo de ser diferentes experimentan un gran alivio cuando se les dice que el concepto de "normalidad" sexual carece totalmente de significado. Mucho mejor que perder el tiempo en comparaciones inútiles es averiguar si uno no está lastimándose a sí mismo o a otra persona con su conducta sexual, y si en realidad disfruta de las variedades amatorias que practica.

2. Miedo a la impotencia. Si los temores sexuales masculinos se clasificaran según el número de personas que los padecen, quizá el miedo a la impotencia figuraría en primer lugar. Y es irónico que sea ese mismo temor la causa principal de la impotencia.

La mayoría de los varones experimentan dificultades para funcionar sexualmente cuando han bebido mucho o están cansados, o cuando algo les preocupa, o sencillamente, cuando no tienen ganas de hacer el amor. Por desgracia, sus dificultades se reflejan visible e inmediatamente. Y, lo que es peor, si en determinado momento no pueden tener erección, como tarde o temprano ocurre a casi todos, quizá surja una ansiedad continua acerca de lo que sucederá la siguiente ocasión. Y esta ansiedad puede convertirse en realidad por su propia culpa.

Es imposible alcanzar la erección por la sola fuerza de la voluntad, pero hay maneras de sobreponerse a la impotencia temporal. Si el que' la sufre aparta la mente del propósito inmediato (lograr la erección) y se concentra en el proceso de excitación mutua —acariciar a su compañera, tocarla, mantener el contacto erótico— quizá llegue, a pesar de todo, a tener la erección.

Si bien existen causas físicas de la impotencia, las causas síquicas son numerosas y complejas. Sin embargo, en el decenio pasado, los especialistas en terapia sexual lograron grandes avances para descubrir estas causas y, por medio de diversas técnicas clínicas, atenuarlas.

3. Miedo a la eyaculación prematura. Este problema aflige a hombres de todas las edades, y la ansiedad por su posible repetición muchas veces llega a ser realidad por su propia causa. La razón de la eyaculación prematura es casi siempre sicológica: El cerebro recibe la señal de que la salida del semen es inminente, pero, por varias causas emocionales, fallan los mecanismos que normalmente impiden la reacción. Al incrementar la frecuencia del contacto sexual, muchos varones pueden retrasar la eyaculación en el segundo o tercer intento. Desde luego, esto es más fácil para los jóvenes, que pueden tener una nueva erección poco después de la primera eyaculación, pero, con tiempo y paciencia, también los mayores pueden lograrlo.

La mayoría de los terapeutas en sexualidad han obtenido éxitos notables en el tratamiento de este problema. A algunos varones —sobre todo a los que tienen una compañera comprensiva— les ha servido mucho analizar la dificultad y determinar las causas sicológicas para luego aprender a ejercer ese control.

4. Miedo de no funcionar apropiadamente. Un hombre puede no dar indicios de impotencia y no tener dificultad para controlar su eyaculación y, sin embargo, experimentar ansiedad en cada acto sexual. Aquí también las barreras son sicológicas: detrás del miedo de no responder adecuadamente hay una ansiedad básica: el miedo al rechazo.

El temor a fracasar en el acto sexual no es un problema fácil de superar para el hombre. Si tiene suerte, su compañera comprenderá el hecho de que no responda siempre que se le requiera. Y el, hombre que experimenta esta ansiedad puede también ayudarse si to en cuenta que un buen desempeño sexual no implica necesariamente introducir el pene, pues el orgasmo en la mujer puede alcanzarse de otras maneras.

5. Miedo de que el pene no sea del tamaño adecuado. Son muchos los varones que se preocupan por el tamaño del pene. Esta ansiedad se basa en la creencia errónea, aunque muy difundida, de que, al erguirse, el pene aumenta proporcionalmente el tamaño que tiene cuando está en reposo. Cierto que los penes difieren en tamaño cuando están fláccidos, pero, ya erectos, son muy semejantes. Y lo curioso es que estas diferencias tienen poca importancia para la mayoría de las mujeres. Lo importante de un hombre no es el tamaño de su pene, sino lo que sepa hacer con todo su arsenal de recursos eróticos.

6. Miedo de envejecer. Muchos temen a la vejez porque creen llegará un momento en que ya no puedan funcionar sexualmente. Los hombres alcanzan el cenit de su potencia sexual alrededor de los 18 años: Los investigadores aclararon, sin embargo, que la declinación sexual es un proceso muy lento y que se prolonga toda la vida. Pero es común que los hombres, consciente o inconscientemente, se fijen ellos mismos un límite: los 50, los 60 o, si son optimistas, los 70 años.

De los varones de 70 años realmente impotentes, no es fácil determinar si lo son por enfermedad física grave o por sus propias barreras sicológicas. No hay razón fisiológica para que un hombre no pueda tener erecciones durante toda su vida, siempre que esté físicamente sano.

7. Miedo a las demandas insaciables. La literatura y el cine contemporáneos, y buena parte de la retórica que ha acompañado al movimiento de liberación femenina, contribuyeron a magnificar un problema que siempre fue trivial para el hombre: la imagen de la mujer insaciable. La verdad es que existe una amplísima variedad de necesidades sexuales, tanto entre los hombres como entre las mujeres.

Uno de los logros de la liberación femenina es la conciencia de que su cuerpo les pertenece, y de que no tienen por qué acceder a las demandas sexuales de los hombres, si no lo desean. El mismo efecto liberador tendría el que los varones que temen ser incapaces de satisfacer las demandas de su compañera comprendiesen que tampoco ellos tienen tal obligación. En la medida en que los hombres y mujeres aprendan a aceptarse como iguales, y a entender que cada persona tiene necesidades sexuales muy personales, este temor irá desapareciendo.

8. Miedo a la homosexualidad latente. Casi todo hombre ha leído u oído que algunos varones no tienen conciencia de su homosexualidad hasta que algún acontecimiento crucial los lleva a descubrirla. Este descubrimiento origina a veces en quienes tienen fuertes prejuicios contra la homosexualidad, un intenso temor de que exista en ellos mismos una zona sexual afectada por esta tendencia.

Sin embargo, la mayoría de los hombres que son predominantemente heterosexuales no tienen razón para temer que las pautas de su vida sexual vayan a virar en redondo. Deberían recordar que casi todos los hombres tienen algún contacto homosexual en su niñez y adolescencia, sin que por ello dejen de llevar de adultos una vida sin desviaciones.

9. Miedo de que la esposa se interese sexualmente en otros hombres. En nuestra cultura, orientada hacia la masculinidad, se ha pensado siempre que es al hombre a quien le está permitido descarriarse y la mujer quien agoniza por sus andanzas. Sin embargo, en muchos casos actuales, la carga de este temor recae en el hombre. El sentimiento de posesión que forma parte de la mentalidad del "macho" y los celos que inevitablemente surgen de ese sentimiento, ha acarreado demasiada violencia y desgracia.

Con todo, el hombre dominante que se cree dueño de su mujer, que quiere que nadie más la "posea, que en todo momento cree que de un momento a otro lo engañará, tal vez tenga miedo de su propia insuficiencia. Es esencial que un hombre así cambie de perspectiva. La mujer que comprende este temor y que en silencio trata de infundir confianza a su marido, tiene mayores posibilidades de alcanzar una relación equitativa y feliz que aquella que reacciona con cólera o indignación ante los celos de su pareja.

A otros, por supuesto, les inquieta un problema diferente, aunque vinculado a este mismo aspecto: pese a su firme propósito de fidelidad tienen fantasías sobre otras mujeres, y no alcanzan a verlas como perfectamente normales. Creen que alguna vez tratarán de convertir sus sueños en realidad, con la misma firmeza con que el celoso achaca a su mujer intenciones que no alimenta. Ese miedo, por lo general, carece de fundamento. Tanto los hombres como las mujeres deben comprender que las fantasías pueden ser una rica contribución a la vida, y no funestas precursoras de una conducta inmoral.

El miedo y el sentimiento de culpa han causado un daño incalculable a la vida sexual del hombre y de la mujer. Si bien la mayoría de nosotros lo entendemos, muchas veces es difícil emplear ese conocimiento para mejorar nuestra propia existencia. Una mujer que comprenda realmente los temores que asaltan al hombre, y los desastrosos efectos que tienen en las relaciones amorosas, puede hacer mucho por eliminar esos temores. Quizá se requiera en última instancia el consejo profesional, pero a menudo basta el entendimiento y la cooperación de la mujer. Ningún hombre o mujer vive libre de algún temor; pero, al menos, está a nuestro alcance eliminar esos temores sexuales infundados que impiden la realización plena de uno de nuestros más grandes deseos.

Dinero sin sexo

Dicen que el sexo y el dinero mueven al mundo, esto lo aprovechó un programa sanitario para evitar enfermedades de transmisión sexual (ETS). Expertos de la Universidad de California Berkeley, Estados Unidos, el Grupo de Investigación de Desarrollo del Banco Mundial y el Instituto de Salud de Ifakara, Tanzania, llevaron a cabo el proyecto para otorgar recompensas monetarias a las personas que en este último país se han mantenido libres de ETS en un año.

El grupo de investigadores entregó una compensación económica mensual de 60 dólares a los participantes -2,399 jóvenes de entre 18 y 30 años provenientes de 10 poblaciones del sudoeste de Tanzania-, sólo por mantenerse libres de enfermedades como la clamidia, la gonorrea y la sífilis. De acuerdo con los resultados, a quienes se les dio la remuneración tuvieron una prevalencia 25% menor de adquirir nuevamente alguna infección, a diferencia de quienes no obtuvieron recompensa. Will Dow, profesor de Economía de la Salud en la Universidad de Berkeley y autor principal del estudio, explicó: "El problema que probamos fue si la recompensa en efectivo era un buen incentivo para reducir los llamados 'comportamientos de riesgo'; aunque no podemos medirlos, la disminución de contagios sugiere que funcionó".

Para muchos de los participantes, el monto otorgado representó, según calcula Dow, "alrededor de una cuarta parte de sus ingresos anuales".

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